[5] EL PAPA (Según Carl Jung)


ASPECTOS ARQUETÍPICOS

El Número 5 simboliza la quintaesencia, ya que trasciende los 4 elementos de la tierra comunes a los hombres y a los animales.

El Papa es andrógino: une los dos elementos, el masculino y el femenino. Conecta entre sí el mundo exterior con el interior de una manera más consciente y silenciosa que El Mago.

Es el árbitro final en todas las cuestiones morales.
Los problemas morales concernientes al bien y al mal están bajo su dominio y pueden ser reconocidos abiertamente y combatidos.

Los dos sacerdotes simbolizan la cantidad de impulsos gemelos que el hombre siente por su naturaleza religiosa y de los que está empezando a darse cuenta. Conflictos existentes entre el hecho exterior y el significado interior con ambiguos impulsos hacia ambos: el bien y el mal, problemas referentes al poder público y la consciencia privada, y también las sutilezas de la relación individual.
Los opuestos de los cuales empiezan a darse cuenta están aún en el inconsciente.

El Papa atiende los problemas más interiores del mundo de la consciencia y de la responsabilidad.
La mano alzada del Papa aquí como bendición también puede significar según y como, maldición. Una antigua superstición dice que si la sombra de la mano del Papa mientras bendice cayera sobre alguien, se convertiría en maldición.

La sombra de la autoridad religiosa puede ser demoníaca, como ya ha mostrado la historia: Los dogmatismos y los fanatismos son sus manifestaciones más evidentes.

El Papa encarna potenciales que pueden ser a la vez saludables y perjudiciales. El Papa es nuestra propia "voz interior". El Papa Interior también puede proyectar una sombra maléfica y demoníaca. Cuando esta voz, en principio bajita, se ponga a dar alaridos histéricos denunciando al mundo en general, y a nuestros amigos y prójimos en particular, debemos ponernos en guardia.

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