Esta carta que aquí simplemente se llama La Rueda, en otros Tarots se denomina La Rueda de la Fortuna, La Rueda de la Vida o como en el Tarot egipcio, La Retribución. Quizás este último nombre sea el más apropiado...
La Rueda gira y gira y produce cambios constantes y con esos cambios, oportunidades. Todo depende de la actitud que tomemos ante cada giro que se produzca. Podemos lamentarnos si nos trae "mala suerte" y no aprender nada de ello o podemos regodearnos en la "buena suerte" y echarnos a disfrutar el momento sin aprovecharlo realmente.
Todo es un movimiento constante y no es cuestión de luchar contra lo que nos toque "en suerte" sino aceptar lo que la vida nos propone e intentar usarlo a nuestro favor o para nuestro crecimiento personal.
Si prestamos atención, aunque parezcan hechos o situaciones nuevas las que nos ofrece La Rueda con cara giro, podremos observar que siempre hay patrones que se repiten más o menos regularmente. Y esto se debe a que la buena o mala suerte que nos toque depende de lo que nosotros mismos construímos anteriormente. Es otra demostración de la ley del Karma y hasta que no la superemos, seguirán repitiéndose las mismas cosas a lo largo de la vida...
Lo que deba suceder, sucederá en el momento oportuno. La manera de encontrar una solución es cambiando la perspectiva, es ver la situación desde otro punto de vista y tratar de ver el problema como un episodio más de la larga cadena de causas y consecuencias que constituyen la historia de nuestra vida. En definitiva, la solución consiste en no agerrarse a las cosas durante demasiado tiempo...
En la ilustración de Da Vinci aparece el ángel Uriel haciendo girar la rueda con una mano, mientras que en la otra mano sostiene una espada. Esa espada representa la inteligencia y la fuerza de voluntad para cambiar el curso de "la suerte". También podemos interpretarla como la espada de la Justicia, que da a cada quien lo que merece por lo hecho o no hecho, sea bueno o malo...
Es así que se puede decir que cuando aparece esta carta habla de aprovechar las oportunidades, de entender que "lo que va, vuelve", de ver y entender la vida como una serie de ciclos y que la suerte va y viene, siendo lo importante las respuestas que somos capaces de dar a estas circunstancias...
Representa las modificaciones y los cambios que mueve el destino (y el destino lo construímos nosotros mismos con cada opción y cada decisión que tomamos a lo largo de la vida)
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