El Eremita refleja ese momento en que es necesario hacer un retiro, recluirse un poco en uno mismo para poder ver las cosas con una perspectiva diferente. Es tiempo de meditar y reflexionar para encontrar la verdad dentro nuestro pues no siempre esa verdad está en el afuera. O tal vez lo apropiado es dejar pasar un poco el tiempo para que la situación se aclare algo (la imagen muestra al eremita con un reloj de arena en su mano izquierda. A su vez, él mira hacia su derecha. Es decir, está pensando en cosas que ya han pasado pero que afectan su presente).
Es retirarse dentro de sí mismo (no es necesario aislarse del mundo que nos rodea) para sentirnos protegidos, para recuperar nuestras fuerzas, para hallar a nuestro guía interior o hasta que se acerque a nosotros alguien que pueda ser nuestro "maestro" y nos aconseje.
El Ermitaño busca la sabiduría y la busca dentro de sí mismo. Sabe que puede beber de las experiencias ajenas, de la historia y de los libros. Pero nadie es más sabio que uno mismo. Generalmente eso no lo sabemos o nos cuesta comprenderlo, pero lo cierto es que esa es la gran verdad que todos llevamos dentro...
Dar un paso atrás para mirar la situación desde un punto de vista más lejano y objetivo y para poder oír "la pequeña voz " que nos transmite la compresión de nuestro Yo interior. Para eso quizás sea necesario huir del ruido y de la aceleración de la vida cotidiana...
Es así que se puede decir que esta carta indica o marca la necesidad de buscar la soledad. También habla de prudencia, de meditación, de silencio y de austeridad.
La búsqueda de la verdad, la instrospección y la espera.
Generalmente se dan también como significados de este Arcano la tradición, la sobriedad, la solidez, la concentración, la perseverancia o la rutina, los consejos sabios...
Si se lo asocia con una persona, habitualmente se considera que se trata de una persona más bien vieja, rutinaria y pausada.
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