Esta carta de hoy nos incita a reconstruirnos a partir de nosotros mismos, de nuestra propia historia.
A regenerar nuestra interioridad basándonos en la memoria y en la sabiduría que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida. Esa sabiduría que habita dentro nuestro y que debemos saber reconocer...
Reordenarnos interiormente para alcanzar un nuevo y más elevado nivel.
Es como hace la serpiente que cambia su piel. En esencia sigue siendo la misma, pero renovada...
Es posible que ante determinadas situaciones que nos toque vivir podamos sentirnos confundidos en un principio, sin saber cómo seguir adelante. Sin embargo lo sabemos. Dentro nuestro está siempre la respuesta de todo lo que nos sucede, de todo lo que somos. Recordándolo es como podremos iniciar nuestra reconstrucción, nuestra regeneración. El inicio de una nueva etapa en todos los sentidos. Seremos otros siendo los mismos, pero mejores...
En estos tiempos el pasado suele ser poco apreciado, sin embargo todo lo que somos al día de hoy es una construcción que hemos ido plasmando en el pasado. El presente ya pasó apenas pensamos en él y el futuro siempre es incierto. Lo único en lo que tenemos más certezas es en el pasado y de allí debemos extraer lo que necesitamos para resurgir renovados. Aprendiendo de lo que fuimos, sacando nuestras conclusiones más sinceras para luego innovar, buscar nuevos caminos y nuevas metas por las que vivir...
Será necesario acopiar toda la fuerza interior de la que seamos capaces y ponernos a trabajar en conocernos en profundidad, volver a juntar nuestras partes dispersas como si fuéramos un rompecabezas a resolver para luego sí comenzar a construir nuestra nueva realidad...
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