La Estrella representa la esperanza.
Es la esperanza de recuperar la armonía después de haber pasado por las experiencias tan traumáticas de la dominación del Diablo, con sus ataduras y manipulaciones, de sus pensamientos cíclicos y nocivos de los que no se podía escapar salvo que de alguna manera todo hiciera eclosión, por una repentina iluminación o por algún factor externo, como sucedió con el rayo que destruyó la rígida y asfixiante estructura de La Torre.
La mujer de esta carta está desnuda y con su actitud y postura está representando su actual humildad. Se ha despojado de ropajes que no le eran propios, como disfraces con los que se mostraba y se ocultaba del mundo.
Está arrodillada sobre la tierra, indicando su nueva conexión con lo natural, con la esencia de las cosas y sobre todo, de sí misma.
Ella está vertiendo agua de dos vasijas. Con una de ellas la vuelca sobre la tierra y con la otra sobre el río o la corriente de agua. Con esta acción se está reconectando con la vida y la naturaleza (con su propia naturaleza) y con lo que Jung definiría como el "inconciente colectivo", representado por el río.
Todo el terreno a su alrededor es verde, lo que indica que aún después de la caída desde La Torre, hay vida fluyendo. Además aparecen los primeros brotes, señalando que está naciendo algo nuevo.
Vemos también una gran estrella central y otras de colores que la rodean. En psicología suele decirse que cuando una estrella aparece en los sueños significa o sugiere una sensación de gran plenitud que surge de lo más profundo para alcanzar la conciencia. Suele suceder después de un período de caos y confusión. El resto de las estrellas sugieren quizá los diversos fragmentos de la personalidad que ya pueden comenzar a girar alrededor de un centro, la estrella mayor.
En el fondo de la escena se ven dos árboles y sobre uno de ellos, un pájaro. Al contrario de las águilas que se veían en los escudos del Emperador y la Emperatriz, esta ave está viva por lo que sugiere que la conexión entre el cielo y la tierra es ahora una realidad tangible y viva.
Los árboles representan también la conexión entre la tierra y el cielo, entre la naturaleza y lo "divino". Podría decirse que entre lo conciente y lo inconciente.
Pero además son dos los árboles. Recurriendo otra vez a la psicología, cuando algún elemento aparece en los sueños o en otras circunstancias de la psiquis, significa que algo nuevo está surgiendo o se está moviendo de lo profundo del inconciente hacia la conciencia.
Volviendo a la Estrella en sí misma, se diferencia del sol en que su luz no es quemante sino que ilumina con suavidad nuestro camino (algo similar a la luz del farol que lleva en su mano El Ermitaño). Es una iluminación que es mucho más fácil de asimilar por parte del ser humano, no como la cegadora luz del sol.
Por último hay que notar que todo ocurre a las espaldas de la mujer. Ella está muy concentrada en distribuir las aguas de su personalidad, conectando y mezclando su naturaleza humana con su parte afectiva.
Que todo lo demás esté a sus espaldas indica claramente que todo ello sucede en su inconciente. Es una transformación en lo más profundo de su ser...
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