[0] EL LOCO (Según Carl Jung)


ASPECTOS ARQUETÍPICOS

El Loco personifica la parte central de la psique, la fuerza que nos guía.
Le gusta estar donde no hay acción y si no la hay, la crea. Su naturaleza animal (el instinto) lo guía.

Combina sabiduría, locura e insensatez. Los resultados son milagrosos, pero si mezcla mal la fórmula, todo puede acabar en un desastre.

El Loco interior nos empuja hacia la vida, donde la mente pensante es muy prudente.

Es el puente entre el caótico mundo del inconsciente y el ordenado mundo de la consciencia. Por eso se lo relaciona con el arquetipo del Embaucador.
Personifica el poder transformador que creó la civilización y que también puede destruirla. Tiene la capacidad para crear o destruir, de orden y de anarquía.
Abarca los opuestos y por eso tiene una sombra oscura que no hay que olvidar.
El Tramposo es completamente amoral. No se somete a disciplina alguna y sólo se deja guiar por su actitud experimental hacia la vida.
Puede jugarnos pasadas buenas y malas, según el punto de vista de cada uno.
Puede hacer de demonio, induciéndonos a la locura, pero puede también conducirnos hacia el camino de la salvación.

El Loco es el símbolo de la deidad "no manifiesta", del primitivo caos o vacío de donde surgió por primeral vez el cosmos y todo lo creado.

El Ego es "lo que hacemos", el Sí-Mismo (Loco) "se nos dio".
El Loco realiza sus trampas "con nosotros" y actúa a nuestra espalda (inconsciencia)
El Loco puede traernos sueños aparentemente imposibles.

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