Los nativos de Tauro son generalmente fuertes, tranquilos, deliberados, prácticos, exigentes, decididos, persistentes, perseverantes, compasivos y fieles. Les gusta ocupar sus manos trabajando, construyendo cosas. Se complacen en ver los resultados tangibles y prácticos de su esfuerzo. El trabajo de rutina no les molesta, siempre y cuando el resultado final sea útil y sirva a un propósito concreto.
Para los taurinos, las posesiones y las cosas materiales son por lo general de gran importancia. Esto se debe a que no se sienten emocionalmente seguros a menos que puedan ver y tocar los objetos que poseen. Esta intensa necesidad de poseer y de disfrutar con los sentidos puede conducirlos a ser enormemente productivos o extremadamente codiciosos. Los taurinos poco evolucionados pueden tratar a las personas como objetos o posesiones, lo que frecuentemente los conduce a tener dificultades en las relaciones.
Personas de Tauro trabajan a un ritmo más lento que la mayoría, pero siempre terminan el proyecto que han comenzado. Debido a esto, son fiables, íntegros, cuidadosos y firmes. Son mejores en el mantenimiento y la continuidad de lo que otros han comenzado que empezando las cosas por sí mismos. Los taurinos pueden ser conducidos pero nunca empujados.
Se necesita mucho para irritar a un taurino, pero si son empujados al límite, bueno, pueden romper todo o echar todo a perder. Basta con imaginar un toro furioso y uno sabe lo que un taurino es capaz de hacer cuando se siente excesivamente espoleado y presionado. Ya se conoce el significado del dicho del elefante en el bazar, cuando se irrita… Cuando se irrita, un taurino necesita mucho tiempo para enfriarse. Lo mejor es dejarlos en paz. Con los taurinos uno se da cuenta cuando las cosas están fuera de su sistema. En cualquier asunto necesitan tiempo para asimilar y reflexionar. No hay que apresurarlos ni empujarlos.
Los taurinos son lentos para cambiar sus opiniones, pero una vez que han cambiado, es muy difícil modificar de nuevo. Las personas tienden a sentirse seguros en compañía de un taurino. En tiempos de crisis son generalmente fríos, serenos y pacientes. Además, tienen la capacidad de encontrar soluciones prácticas a los problemas. Por lo general, los nativos de Tauro temen a las enfermedades y al dolor más que el promedio de la gente.
Por último, los taurinos tienen un gran amor por la armonía y la belleza, y también pueden ser muy cariñosos. Sin embargo, tienen un miedo decidido a la pérdida. Los sentimientos que suelen acompañar a este miedo a perder son la posesividad, los celos, la pereza, la terquedad y la extravagancia. Sin el deseo de poseer algo o alguien, tampoco hay miedo a la pérdida. Los taurinos necesitan aprender a desear también las cosas mentales y espirituales, y atenuar sus deseos de poseer emocional y físicamente las personas y las cosas. Su otra necesidad es encontrar un verdadero sentido de los valores. Tienen que aprender el desapego y a estar dispuestos a aceptar que las personas y las cosas puedan partir o desaparecer.
Características positivas: Afanoso. Conservador. Práctico. Trabajador. Constante. Infatigable. Tenaz. Estable. Sólido. Gran confianza en si mismo. Gran fuerza de voluntad. Habilidad para los negocios.
Características negativas: Posesivo. Celoso. Rutinario. Inflexible. Materialista. Glotón. Resentido. Perezoso. Colérico.
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